¡¡¡Dios mío!!!... ¡Tengo un problema!
Desde que llegué a La Plana Gran, hace ya cuatro años, estoy batallando una cruzada monumental contra una plaga de plantas llamada Rumex Crispus, comúnmente denominada “Llengua de Bou”.
Es una superviviente nata, crece a velocidad supersónica, y cada planta produce más de 2000 semillas.
Por mucho que las desbroce, sus raíces son tan profundas y llenas de energía que la planta vuelve a crecer de forma inmediata.
Crecen más de un metro de alto, y ningún animal se las come, por lo que acaban ahogando a la hierva que pastan los caballos.
Por mucho que siembre nuevas semillas de hierva, abone el prado con humus, y las desbroce, no funciona.
La planta se ha multiplicado en un antiguo campo de cultivo, pero curiosamente apenas está presente en los prados de montaña donde nunca se ha cultivado, ni arado, ni tirado ningún producto en el suelo, ni para abonar, ni para desherbar.
Cuando amplio mi campo de visión me doy cuenta de que no crece para fastidiarme, crece porque le gustan los suelos compactados, y se come el exceso de PH ácido del suelo.
La semana pasada toqué fondo. Estuve desbrozando esta planta sin descanso, me dolía todo el cuerpo. Pero en una semana, la planta ya volvía a crecer y a granar. AAAAAYYYYYYYYYY
NO FUNCIONA. Pensé.
Después de 4 años, esta estrategia no funciona.
Tengo que buscar otra estrategia.
Dediqué dos días a realizar una ronda de consultas a todas las personas que se me ocurrió que podían saber que hacer al respecto. La respuesta siempre fué tirar químicos para matar la planta, y/o arar y volver a sembrar hierva, y repetir el proceso varias veces.
Se me puso un nudo en el estómago.
Racionalmente entiendo todos los argumentos que me dieron, y hasta les daría la razón. Pero al sentirlo en el cuerpo… ufffff.
Yo amo la vida.
Todo el proyecto de La Plana Gran está enfocado a crear vida, caballos libres, naturaleza, ayudar a personas a encontrar su equilibrio interno...
No puedo adoptar una estrategia que genera muerte.
Los químicos no solo matan la planta, también matan toda la biodiversidad del prado, tanto exterior, como interior. Es volver a iniciar un ciclo de muerte.
Creo que estamos aquí para cuidar la tierra, y no al revés. Para fomentar la vida en la tierra, incluidos todos los microorganismos que viven en ella.
Desequilibrar un prado, se hace en un momento, pero ahora he entendido la magnitud de la tragedia.
Volver a restablecer su equilibrio natural, son años de trabajo intenso sin “productividad”.
¿Qué agricultor puede asumir esto?.
Ninguno.
Entiendo que lo hagan.
Si no hacemos algo a nivel colectivo… KAPUT.
Me he dado cuenta de verdad, del gran reto que afrontamos.
Evitar la destrucción del suelo.
Para poder dejar de ser esclavos de tirar más y más productos químicos para compensar su desequilibrio de forma artificial.
En uno de mis momentos "chof", encontré un artículo que me dió esperanza.
La agricultura regenerativa.
Os adjunto link por si queréis saber más al respecto:
Voy a intentarlo. Me pone. Me inspira. Me mueve.
Pero no puedo hacerlo sola.
Es un trabajo grande y también dinero.
Desde hace 4 años, he invertido trabajo y ahorros en cuidar y mantener La Plana Gran. Pero me doy cuenta, que esto me supera.
Necesito ayuda.
Y aquí va mi propuesta:
Te invito a participar en un experimento transformador de agricultura regenerativa en el “Prado de las Rumex”, de 1 hectárea de extensión.
Según un estudio en fincas australianas (el link de más arriba), el proceso funciona. Aunque los prados tardan algunos años en ser igual de productivos que los prados de cultivo tradicional, al final se consigue.
¿Quieres ayudarme?... ¿Quieres ayudarme de verdad?
Esta es la misión del experimento:
Observar el proceso de regeneración natural del suelo, y ayudarlo a acelerar su recuperación con acciones que promuevan la vida y la biodiversidad.
Si esto te mueve y te inspira, si quieres participar de verdad, te propongo varias opciones de ayudarnos:
- Venir a trabajar como voluntari@ entre el 29 de julio y el 7 de agosto. Puedes venir un día, dos o los que puedas. Ofrecemos alojamiento en la finca de forma autónoma tipo camping, y comidas gratis.
- Puedes difundir está iniciativa en tus redes o grupo de amigos.
- Si tienes experiencia en recuperación de pastos, estaremos encantados de escuchar tus sugerencias.
- Cuando participas en los talleres y retiros con los caballos libres de la finca, te llevas aprendizajes increíbles para tu vida, pero también estás contribuyendo a este proyecto. Y a muchos otros que vendrán en la misma línea de cuidar del suelo y fomentar la VIDA.
- También puedes hacer una aportación en material o dinero para comprar la maquinaria necesaria, semillas y organizar la logística de las jornadas de trabajo voluntario. Cualquier importe será bienvenido. Todo suma.
Como lo haremos:
- Haremos agujeros para poder arrancar las Rumex de forma manual, con cuidado de no romper la corona (la parte más superficial de la raíz). La opción de arar no es viable porque rompería esta corona en trozos, y de cada trozo brotaría una nueva planta incrementando el problema, además de destruir los microorganismos del suelo.
- Sembrar un combinado de plantas de raíz profunda y de superficie, para que sus raíces trabajen a todos los niveles de la tierra, cada agujero, cada planta con mucha materia orgánica a su alrededor, para que crezcan con fuerza y descompacten la tierra.
- Y durante el proceso de transición seguir desbrozando la Rumex antes de que maduren las semillas.
Organizamos las jornadas de voluntarios en dos turnos:
- 29-30-31 de Julio
- 5-6-7 de Agosto
¡El domingo al final de cada uno de los turnos, realizaremos actividades con los caballos de La Plana Gran y celebraremos el trabajo realizado! .
Además, ten en cuenta que trabajar en el campo es terapéutico, te ayuda a descargar tensiones y estrés, y te conecta a un nivel más profundo con la naturaleza.
Si quieres ayudarnos, contáctanos por WSP al 618778158 o por correo electrónico a elena@laplanagran.com
Gracias por leer hasta aquí.
Te leo, te escucho.
Un sincero abrazo,
Elena